presentación del equipo de redacción del periódico.

Querido lector, querida lectora, queridos lectores/as:

A través de este breve texto pretendemos dar cuenta de quiénes somos y que motivos nos han impulsado a dar a luz
el opúsculo que lees en este momento en tu pantalla.

El periódico LA CAUTIVA, vió la luz en nuestra bienamada ciudad de Nueva Troya, para venir a llenar un agujero imposible de soslayar y que es el de la ausencia de opinión crítica entre los ciudadanos que aún dentro de murallas, y defendidos del asedio que hace ya tiempo sufrimos, pretendían abrir ventanas al mundo de las ideas, para perfeccionar el espíritu.

Nuestra línea periodística, aunada naturalmente a la mejor tradición de la prensa universal, se apoya en la declaración de los derechos individuales, para hacer prevalecer al ser humano por sobre todas las tiranías que lo sujetan y condenan al anonimato... incluida la actual comandancia de nuestra campaña, en manos del perjuro príncipe Frutos Paris, quien desoyendo el clamor popular, se hizo con un poder inmerecido provocando esta guerra grande en la que penurias y sufrimientos nos tienen sumidos en un silencio de tálamo.

Por esas libertades, a favor de la patria, de la libertad, de la insumisión al tirano; en contra de toda mordaza, de toda compulsión, de arrodillarnos ante soberanos sangrientos, de doblegarnos ante el poder de turno, es que nuestro periódico se yergue enhiesto como estandarte de luz.

viva la república
viva Nueva Troya
viva la libertad
viva LA CAUTIVA!!!!

el jefe de redacción.

para más información concerniente a los periodistas responsables de este medio, referirse a los siguientes vínculos en la red:

www.muxicalahistorietacharrua.blogspot.com
www.dibujolibertad.blogspot.com

EL FLACO MARCEL DUCHAMP,ENTRE APÓSTOLES Y JUDAS.

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Emulando a aquel poeta romántico que lloraba sobre las ruinas de Grecia, tras haber sentido el llamado a luchar por la libertad de los pueblos; así también Marcel Duchamp se ha refugiado dentro de los marmóreos muros de nuestra ciudad de Nueva Troya.

Ha venido hasta este Sur, exiliándose voluntariamente del gran conflicto bélico que asola a su amada Europa.

Hoy, en la tarde estival de esta región septentrional, se ha instalado sobre las tumbas irregulares del cementerio central de la ciudad. Sobre alguna lápida anónima, ha dispuesto el tablero de juego de aquella estrategia que lo apasiona y ocupa en sus horas de ocio solitario.

Al cabo de horas de concentración, ha movido alguna pieza... dando paso al contrincante. Es el momento de dispersar un poco su mente atareada, y para eso recorrer con curiosos ojos los alrededores parece lo más adecuado. Primero una, luego dos, luego muchas cruces de David, se presentan a sus ojos inscriptas en las lápidas de insignes personajes que yacen en el postrer reposo en Nueva Troya.

El asombro es mayor, cuando recorriendo los nombres de esos ilustres personajes, descubre nombres familiares. Varios de estos hebreos ilustres son pintores reconocidos, contemporáneos.

No es posible que esos nombres ya estén muertos, se dice Marcel, y prosigue su recorrida distraída por el cementerio sin preocuparse demasiado por resolver el enigma.

En eso está cuando descubre con su mirada escrutadora, entre las sombras vespertinas de los cipreses fúnebres, las figuras de dos personajes curiosamente ataviados.

Cual las piezas de ajedrez, que el propio Marcel mandara fabricar para complacer su aficción al juego, uno de estos personajes se ve completamente negro, y el otro, blanco en su totalidad.

Claro, uno viste traje y levita de etiqueta diplomática, mientras el otro viste la nívea y vaporosa vestidura arabe,beduina.

No demora mucho en reconocer a los dos platicantes:

Se trata de un famoso poeta cubano exiliado en Nueva York y de un agente secreto inglés,en mision en Arabia por esa época.

Ni más ni menos que el futuro prócer de Cuba, José Marti.

Ni más ni menos que el inspirador de la Rebelión Arabe, Lawrence de Arabia.


Marcel, los reconoce, y no puede creer que tan dispares personajes esten compartiendo una conversación. Menos aún en un cementerio. Se pregunta que tema abordan. Se acerca intrigado y esta es la conversación de la que es testigo:


J.Martí_ ¡...porque en el sagrado templo de la Libertad que es mi amada isla, será un destello luminoso el que, no solo iluminará, sino que santificará todo aquello que las funestas sombras ocultan entre crueles cadenas!

L.de Arabia_ ¡por favor José!, seamos pragmáticos y aceptemos que tu estrella no es más que una en un millon, ..¡que digo un millón!, ¡miles de millares de millones de estrellas. que pueblan el firmamento de tu hemisferio!

J.Martí_ ¡lo sé!, pero aún así, será ¡una estrella única y ejemplar!, quien ayudará a los hombres a distinguirse entre hombres libres y aquellos otros que se esclavizan aún en la construcción de las pirámides materialistas, subyugados por el temible ojo que todo lo escruta, ¡que todo lo vé!.

L.de Arabia_ ¡my god!, que prosa más...¡poética!(ingénua, diría aún más).

J.Martí_ de nada sirve ocultar en hermosas frases huecas, los más nobles designios que nos enaltecen y que nuestra patria nos reclama.¡a ella nos debemos procelosos!

L.de Arabia_ ¡shit!... otra vez con esa bendita Patria que nadie puede entender!.


Llegado a este punto, el inglés disfrazado en árabe, hizo una mueca, se mantuvo en silencio un momento, y luego más tranquilo, prosiguió diciendo:


L.de Arabia_ Amigo José, quisiera que aprendieras algo de este humilde soñador de remolinos, de este gran alentador de rebeliones, de este amante acérrimo de la libertad, y quien detesta la opresion de los débiles...¡oye mi voz, caro amigo americano!.

J.Martí_¿que quieres que oiga de tu voz, que no se haya dicho ya en el mundo?(tú, que vivées más en las ideas que en el amor a tu suelo) ¿que puedes saber tú, de esa sagrada mancomunión que existe entre la pluma y la espada?.

L.de Arabia_ mucho más de lo que puedes imaginar, y mucho más de lo que se sabe!!

J.Martí_ ¡explícate mejor, hermano anglosajón!¡me intrigas con tu secretísmo!

L.de Arabia_ ¿conoces la Palestina, oh gran cubano?

J.Martí_¡Tierra Santa!, ¿vuelves con eso a la arcaica época de los cruzados?¿que te propones?

L.de Arabia_ hay una Revolución en crecimiento entre mis hermanos árabes.

J.Martí_ ¡Já! Revolución!.., esa palabra que tanto os gusta, a vosotros los britones, pero que muy poco conoceis por vosotros mismos!!!

L.de Arabia_ sin embargo sabemos que somo nosotros los mejores propulsores de esa casi santa estratégia continental, como tu bien sabes, hermano...

J.Martí_¿que insinúas?¿porque me llamas hermano?

L.de Arabia_ ya sabes, sabemos en nuestra Logia, que tu eres uno de los nuestros, y que has diseñado tu bandera de revolución con signos masónicos...cuando hablo de revolución la considero un primer movimiento de piezas en el gran ajedrez continental.Ya sabes, primero Revolución, ¡luego Imperio!.

J.Martí_ ¡Jamás!, no permitiremos en Cuba que hables de esa forma rastrera que los nobles designios que alientan a nuestros combatientes... solo buscamos la INDEPENDENCIA.

L.de Arabia_errr... si.. lo sé.

Yo sin embargo abrazo generosamente un sueño... y me veo cabalgando raudamente, atravezando las arenas desérticas mientras acudo en ayuda de mis hermanos en Alá.

J.Martí_ ¡vaya! ,¡chico!,... ¿¡ahora declamas tu infidelidad a la muy católica Europa?!

L.de Arabia_ no te puedo contar mucho acerca de mis planes, querido amigo latinoamericano, solo despedirme diciéndote que un futuro de libertad nos espera en Oriente, cuando nos liberemos de esos tiranos Otomanos que esclavizan a mis hermanos.

¡sueño con un Oriente libre!¡con un GRAN ORIENTE!!

J.Martí_jejejej... con el gran oriente, eh? ¡el de tu logia masónica, más bién!

L.de Arabia_ desgraciadamente, no estan mis hermanos árabes preparados aún para recibir los lumínicos rayos de sabiduría del gran maestro de oriente, el del gorro frígio.(la masonería, en concreto)pero aún así, puedo contribuir a que sean libres(aunque no se librarán de nosotros , sus benefactores, je,je).


En ese momento, Marcel, reconociendo el fin de aquella extraña conversación, se permitió realizar una invitación:


M.Duchamp_ señores, me permito interrumpirlos, ...me presento: Marcel Duchamp, artista vanguardista moderno.Me encuentro en esta ciudad para beneplácito de sus habitantes, y como un exiliado del gran conflicto de la Guerra del Mundo.

Tengo la curiosidad de preguntarles, ¿cual es el motivo de vuestro encuentro en este lugar apartado?

J.Martí y L.de Arabia(juntos)_ ¡LA LIBERTAD DE LOS PUEBLOS!

M.Duchamp_ vaya... nunca pensé que fuera sobre las tumbas de los muertos que se decidieran cosas tan importantes.

J.Martí_ la libertad de los pueblos, no admite la menor demora.

L.de Arabia_ pero?.. ¡José!,¿esa frase no corresponde a vuestro colega y tocayo en esta región, don José Gervasio?

J.Martí_ ¡todas las prosas y todos los salmos son útiles a la causa,usémolos!

L.de Arabia_¡salam aleikum!

M.Duchamp_bajen la voz, señores, podría oírmos la vigilancia de esta noble institución pública, que extrañamente ustedes han transformado en ágora ciudadana...en fin, los invito a acompañarme a mi mesa de juego, y a presenciar la próxima jugada estratégica que desarrollaré.

J.Martí y L.de Arabia(juntos)_ no veo porque no, estoy de acuerdo.


Los dos hombres, como espectros, siguieron al solitario jugador de ajedrez hasta el tablero.

Allí descubrieron que el ingenioso artista vanguardista había preparado sus fichas como dos ejércitos que se enfrentaban desde perspectivas opuestas y que era él mismo quien dirigía estratégicamente ambos bandos, pudiendo en cualquier caso derrotar voluntariamente a cualquiera de los dos.

Marcel disponía de sus piezas con la sabiduría de alas antiguas filosofías del lejano oriente, que explican el eterno equilibrio dinámico de las fuerzas naturales; y comprendia que lo importante no era quien prevalecería sinó el "porque" lo haría.

Y en ese dilema indivudal, el gran artista galo, aquel que creara las condiciones para aquella otra gran revolución en la cultura artística de occidente, pasó el resto de la tarde ensimismado, mientras las figuras que lo habían acompañado se desvanecían en el éter.

Finalmente, poco antes del ocaso,Marcel Duchamp se retiró del cementerio de Nueva Troya, con el tablero de ajedrez bajo el brazo.

-tablas- refelxionaba el francés,- solo ese resultado deviene inexorablemente de la perfecta oposición tensional entre patriotismo e internacionalismo, entre quien defiende lo suyo que quiere recuperar, y quien ayuda a otros en otras tierras a alcanzar lo suyo.que les corresponde.

-y la clave es, siempre, que sea utilizada la cultura de las ideas liberadoras de pueblos, más aún si quienes la llevan como bandera pertenecen a la misma.

Lo que es lo mismo que decir que hay una patria para esas ideas, y se llama Ideal-continuaba refelxionando.

-Pero que me preocupan a mi estos problemas geopolíticos, si yo, sólo busco respuestas a otros grandes enigmas de la vida, como por ejemplo aquel de se enuncia así:

¿dádá or nietniet?

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